RECUERDOS

Ara habia sido una niña pequeña y muy delgada, sus brazos y piernas parecían espárragos, rubia con sus trenzas y su vestido almidonado, siempre acompañaba a su madre al mercado, cogida de su mano caminaba pegada a ella mirando a todas partes, la encantaba ir a la compra, y lo que mas la gustaba era cuando su madre se paraba en uno de los cafetines morunos dentro del mercado donde solo servían té con churros.---- Alrededor de una mesa bajita, siempre había, hombres sobre todo, con sus turbantes en la cabeza tomando té.---- Hay niña, me contaba, como recuerdo esos momentos, mi madre me daba un churro y un sorbito de té con hierba buena, después seguía haciendo la compra, y así cada día.----- Ven, sientate a mi lado ¿quieres un té?, la dije que si, pues sabia que ese día estaba habladora me gustaba cuando estaba así para ella era como vivir de nuevo.--- Ja ja ja reía mirando su vaso de té, porque siempre lo tomaba en vaso como lo hacia su madre en el mercado, la miré y me dijo, no estoy chabeta todavía, me rio porque me estoy acordando de lo que nos pasó a mis hermanos y amí verás.-- Vivíamos en Melilla, y era la fiesta de los hebreos y la tradición decía que había que ir llamando de puerta en puerta los niños claro, entonces te habrían y en la bolsa que llevábamos nos metían dulces, higos, pasas almendras, y nos daban a beber leche agria, bueno pues mis hermanos y unos amigos nos recorrimos las calles llamando de puerta en puerta.-- De repente se fue la luz y una gran tormenta se nos echó encima, no se veía nada, ya habia anochecido y como pudimos nos fuimos acercando a casa, de pronto en medio de relámpagos y truenos oímos la voz de mi madre que había salido a buscarnos, Ara....Salva.... Rafa.. ¿donde estáis...?, la contestamos !!aquí! no os mováis que voy para allá, ja ja ja como nos lo pasamos esa tarde llegamos echos sopas pero que mas daba. La miré de reojo y vi en sus ojos una lágrima, aun conservaba el brillo que siempre habían tenido. El té está riquisimo la dije, si, contestó, lastima que no tengamos unos churros la tarde habría sido completa.--- Me tengo que ir dije levantandome, dejé el vaso en la mesita y me acerqué para darla un beso. Hasta mañana abuela, me están esperando, mañana me cuentas más se me ha echo tardisimo y yo también quería contarte algo, pero será mañana, la besé y salí a la calle.